domingo, 2 de octubre de 2011

No sé si sea temor...

Preso dentro de una psique moribunda
soy perturbado,
como si el ruido me lo contará,
que para él no existo.

Me derrumbo.

Estoy en la nada.

Luego… me siento vacio,
disperso, aturdido y profundo…
evito caminar por el pavimento,
así puedo engañarte… y casi te olvido.

Pienso y camino.

Camino con pies descalzos.

¿A dónde se fue mi inmunidad?
me desconozco en mi tenue reflejo…
el reflejo donde perdimos la percepción del ser…

Me reconozco dentro de ti.



domingo, 7 de agosto de 2011

Los campos, tan lejos...

Foto: Anton Guerrero
Siembra mi tierra, porque mis campos están vacíos,
vacíos de sustancia…

Y susúrrale bajo a las semillas, para que crezcan,
luego dales cantos alegres,
luego susurra…
ámanos hasta lo absurdo,
haz que te sienta leve, en tierra sembrada…

Así no me daré cuenta,
encontraré mis campos al fin verdosos...

y me iré a otra tierra.
Anton Guerrero

sábado, 4 de junio de 2011

Una luz que traspasa...

Foto: Anton Guerrero

Estoy sintiendo que me muero,
que me hundo en tus labios,
que me fundo con el viento... en tu cuerpo.

Estoy sintiéndome cada vez más pequeño,
temblando hasta el cansancio,
sin decir tu nombre.. pero lleno de vértigo.

Estoy sintiendo como me rompe la luz,
me traspasa un sentido de nostalgia,
buscándote en las transparencias del cristal...

Como si encontrara una difícil salida,
como si me hiciera infinito…

Anton Guerrero

martes, 31 de mayo de 2011

Así como te tocaba...

Foto: Anton Guerrero

Así como te tocaba,
te beso,
te llevo al infierno,
me pierdo,
y no siento...

Así como te tocaba,
Tus labios...mis dedos rozaban;

Y te miraba caer,
perdida en el fondo...
abismo diminuto.

Así como te tocaba,
el frio y la noche me acompañaban,
y tu parecias cada vez mas lejana;

Caías al fondo,
diminuta y mareada.

Anton Guerrero


domingo, 29 de mayo de 2011

Hijo del tiempo

Foto: Anton Guerrero

Tomó mi mano por segunda vez...
¿Alguna vez me podré escapar?
¿Puedo agarrar mi morral y mi sombrero
siguiendo a lo que sea que pueda llamar casa?
lo que me sienta completo,
lo que me providencia de campos vacíos,
lo que las espigas ignoren.

Don silencio tiene las manos rancias,
Don silencio no escucha más que murmullos,
se los traga y no me suelta –sin distracción-
¡Triste don silencio!
¿alguna vez descubrirá que
yo lo que quiero no es la muerte?
¿qué a mi lo que menos me preocupa
es sentarme a escuchar murmullos?

Triste madrugada;
con sus tristes manecillas,
hacen un rito, hacen una fragancia,
hacen un ritmo, hacen pesadez,
hacen silencios nerviosos,
calles interminables de recorrer,
espacios de carcajadas,
espasmos en los talones.

Triste don silencio,
Que no se calla de callar,
Viejo de manos rancias,
Dueño de la gran ciudad...

Ciudad asfalto, Ciudad asalto.

Anton Guerrero

lunes, 7 de febrero de 2011

La luminosidad al despertar

Foto: Anton Guerrero

Pasó su vida buscando la verdad en los ojos de la gente; buscando siempre amor y felicidad dentro de ellos, no le importaba saber acerca del numero de veces que callera, el numero de veces que perdiera la fe, las tardes al borde de la desesperación-algún día habrán tiempos mejores-.
Y así, su cabello cansado se volvió blanco, su piel se hizo como papel fino, y sus pasos se sumaron a los de un bastón. Y aun así tenia fe –Mejorará-.
Pasó así toda su vida: en tiempos de paz; -previa a la felicidad-, según él. Esperó en tiempos de guerra, esperó conservando el corazón y esperó también con el corazón robado, pero nunca por completo.
Pasó el tiempo, y la vida se le extinguía entre sus propias y arrugadas manos… pasó el tiempo. Entonces, justo en el último respiro, todo pareció tan claro: había vivido toda su vida esperando el amor, que nunca se fijó en esa persona que daría todo por él, nunca se detuvo a olfatear la tierra mojada en el final de la lluvia, nunca se detuvo al final del día a disfrutar lo que tenia y enamorarse de la imperfección. Y murió, pero aun así no fue demasiado tarde; pues sus cenizas se esparcieron entre el viento del luminoso horizonte.
Anton Guerrero

viernes, 7 de enero de 2011

Espigas contra el viento


Foto: tomada de la red

Padre, el vivir no me ha enseñado nada,
creo que solo se que estoy aquí,
pero nunca fui débil, o fuerte,
solo fui una espiga moviéndose por el viento,
solo fui...no sabré nunca exactamente que fui.

Aveces me parece no recordar tu rostro, ni ningún otro,
pero padre, son once años sin ti,
¡y no quiero que el viento se lleve tu recuerdo!,

¡Solo fui una espiga que se rompió por el viento!

Padre, nací de una noche lluviosa,
¡déjame recordar tu fuerza frente al viento!
y di que estas vivo,
¡no me olvides! pues me olvidaría de mi mismo...

Y tal vez solo somos espigas,
movidas por el viento en un campo gigantesco,

Pero padre, ¿que haremos si esta noche llueve?
¿en dónde se esconde la gente para no morir?
¿en dónde nos habremos de esconder, para no perder la fe?
padre, ¿a dónde llevaré esta noche tu recuerdo?...

Anton Guerrero